Fumar: el ritual diario de rolar la vida
En octubre del 2020 publiqué en un sitio que me encanta: Este País. Fue una oportunidad que también surgió a raíz de participar en un taller de Kaja Negra. El taller, llamado “El texto que sale de nosotras”, fue dirigido por la escritora Sylvia Zeleny.
Ya en 2022 me pregunto si volverán los talleres como estos. Los hay, siempre hay talleres, pero hablo de estos en los que el confinamiento hizo que se desentralizaran muchas cosas y que gente de todas partes se reuniera por amor a la literatura y al acto de escribir. Hace unos días se terminó un taller virtual de escritura que también comenzó durante el confinamiento y, aunque lo esperamos los participantes, es posible que no se abra de nuevo.
También estos días están por salir los resultados de una convocatoria que convocó el gobierno de Guadalajara para asistir a talleres gratuitos. Todos presenciales. El hecho de que sean en esta modalidad es, sin duda, una ventaja en algunos sentidos, en otros, nos obliga a salir a los que no nos gusta salir; también a convivir a los que nos cuesta convivir. No está bien pero estoy acostumbrada a hacer las cosas con una buena dosis de obligación. Me obligo a salir, a hablar a convivir; me obligo, aunque mucho menos, a escribir y a tocar guitarra; por fortuna ya no me obligo a despertarme y eso ya es ganancia.
Sobre el texto
En fin, pude publicar en Este País un texto que habla sobre fumar, aunque habla más de la vida; de mi vida que en ocasiones se ha tornado complicada y terrible. Siempre estaré agradecida con Sylvia Zéleny que me enseñó a amar la reescritura, a tratar ese proceso con cariño y a darme tiempo y espacio para hacerlo con el mayor respeto por mis letras pero también por mi discurso, qué, además, consideró importante y digno de ser escuchado.